Hoy lunes, 8 de enero de 2018, los niños de cuarto de Primaria han plantado una encina en la parcela de huerto escolar.

Este árbol  puede llegar a tener una altura de entre 16 y 25 metros. La copa es redondeada y aplastada, aunque suele ser habitual su poda para mejorar la producción de su fruto, la bellota. Su hoja es perenne y suele permanecer en el árbol entre 2 y 4 años. Recuerda por su forma a la hoja del acebo. Su crecimiento es muy lento, tardando en ocasiones décadas en crecer 1 metro de altura, aunque en condiciones sombrías, su crecimiento puede ser más rápido.

La encina podemos encontrarla prácticamente en toda la península Ibérica, pero su hábitat natural es el mediterráneo, donde se puede contemplar en todos los países que lo bordean. Cabe destacar que es un árbol muy resistente, es capaz de soportar el calor y la falta de precipitaciones del verano, además del frío intenso del invierno.

Los usos que tiene la encina son diversos: su madera compacta y resistente sirve para la producción de carbón y madera, debido al calor que desprende; se emplea en la producción de herramientas, dada la resistencia y durabilidad de su madera; también se utiliza en la producción de taninos, utilizados en el tratamiento de pieles y algunos usos medicinales del aparato digestivo y la piel; su fruto, las bellotas, es el alimento fundamental del cerdo ibérico, del cual se obtiene el apreciado «jamón ibérico de bellota».

Aquí os dejamos algunas fotos de la actividad.